Las Políticas Públicas son el conjunto de actividades de las instituciones de gobierno, actuando directamente o a través de agentes, y que van dirigidas a tener una influencia determinada sobre la vida de los ciudadanos.

Las Políticas Públicas deben ser consideradas como un conjunto de decisiones que se llevan a cabo a lo largo de un plazo de tiempo y en Zacatecas, el gobierno no tiene una visión clara de ellas, al menos no en su planeación. Es un estado pagador de nómina.

Las Políticas Públicas tienen que ver con el acceso de las personas a bienes y servicios. Consisten, precisamente, de reglas y acciones que tienen como objetivo resolver y dar respuestas a la multiplicidad de necesidades, intereses y preferencias de grupos y personas que integran una sociedad.

Generalmente cuentan con instrumentos para plantear e impulsar las Políticas Públicas, dependiendo del tipo de actores que intervienen y éstos pueden variar.

Por ejemplo, una Política Pública de empleo, de vivienda o de educación, puede debilitar o fortalecer comunidades y familias, así como potenciar o inhibir la realización personal de los individuos mediante el trabajo o el estudio. Es decir, se tienen por un lado costos y por otro, beneficios. Las Políticas Públicas tienen la potencialidad de resolver problemas concretos, de promover integración social: es decir, permitir que la gente viaje en el “mismo avión.” Este último término hace referencia también a la búsqueda de la equidad, ya que si bien es cierto que una propuesta de política puede beneficiar a unos y perjudicar a otros, se debe tener en mente a la mayoría que es quien decide en una democracia, sin menospreciar claro está, a las minorías. Hoy en día, las tendencias que caracterizan el desarrollo son explicables en razón de los cambios en la sociedad, el mercado, el Estado, la vida comunitaria y la acción organizada de los ciudadanos. Tal parece que nuestra entidad, al menos en este gobierno, llegó tarde al entendimiento de esta nueva realidad La creciente innovación tecnológica, la reforma de las instituciones, el rediseño de los gobiernos, la complejidad de las relaciones organizacionales y la nueva dinámica, obligan a modificar la conducta, y  en Zacatecas, David Monreal Ávila y su gobierno no en todos los temas tiene claridad de cómo hacerlo. Las tendencias mundiales y de la Cuarta Transformación obligan al gobierno estatal a rediseñar sus procesos, reordenar el vínculo entre políticos y administradores públicos, originando la revisión de sus capacidades de dirección e implementación para que el panorama de la administración sea favorable y funcional. Hoy Zacatecas tiene esta encrucijada, administrar la pobreza y ejercer sin planeación o pasar a la historia como un gobierno transformador.