La simulación y la operación en la raya de lo que separa a lo legal de lo ilegal son tan comunes en nuestro país que ya a nadie escandalizan Habiendo pasado el eterno periodo de simulación de los procesos internos de los partidos para elegir a su(s) aspirante(s) para contender por la candidatura presidencial, que culminó con la obvia simulación de la unción de Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez como Coordinadoras de sus respectivas alianzas. Con los rimbombantes títulos de Coordinadora de los Comités de Defensa de la 4T (CS) y Coordinadora Nacional del Frente Amplio por México (XG), que ya no se llama así, porque algún genio de la mercadotecnia política le cambió el nombre, por enésima ocasión, para llamarlo Fuerza y Corazón por México. Pues pasó ese proceso, simulación pura porque en realidad se trataba de las precampañas internas, para abrirle la puerta a oootra simulación, la de las precampañas, que tratándose de candidatos únicos serán en realidad ya campañas electorales. Se suma a las simulaciones y/o a las ilegalidades ahora Movimiento Ciudadano, cuyo precandidato único, Samuel García, gobernador en ausencia (que no es lo mismo que con licencia) de Nuevo León. Es de risa ver o escuchar la publicidad de las tres agrupaciones, mismas que por ley no pueden hacer campaña todavía por lo que entonces, al final de sus spots o del posteo en redes sociales añaden la absurda leyenda de “mensaje dirigido a militantes del partido tal o cual”, como si el radioescucha o lector pudiera mágicamente olvidar lo que acaba de escuchar. Pero bueno, la simulación y la operación en la raya de lo que separa a lo legal de lo ilegal son tan comunes en nuestro país que ya a nadie escandalizan. Buena idea sería, para los próximos gobierno y Poder Legislativo diseñar y aprobar una legislación electoral realista y que se pueda hacer cumplir. Si bien las dos virtuales precandidatas presentaron a sus respectivos equipos y el candidato emecista presentó sus primeros pasos de baile, falta mucho aún para entender los planteamientos de fondo de sus campañas. Por lo pronto, podríamos resumirlos en lo siguiente: CS propone la continuidad de un proyecto cuyo líder histórico tiene muy altos índices de aprobación, no así necesariamente su gobierno. La apuesta es conservar a suficientes votantes del 2018 para ganar, y las encuestas hoy le dan amplia ventaja. XG ha encontrado una peculiar mezcla de perfiles de gobiernos pasados que abarcan desde grandes mentes o personalidades hasta algunos difícilmente presentables por lo que representan: el regreso al pasado. La apuesta es por la insatisfacción y suena, en estos momentos, cuesta arriba, pero todo puede pasar en seis meses. Finalmente, SG buscará, con pasos tiktokeros y una pareja que es toda una celebridad en redes y por lo tanto una figura política de pleno derecho, convencer a los votantes jóvenes de que él es el bueno. La apuesta es por la banalidad. En resumen, hoy se nos presentan las opciones del continuismo, el regreso al pasado o la farsa.  Pobres de nosotros. POR GABRIEL GUERRA CASTELLANOS

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