Rodrigo Pacheco quiere dejar atrás la etiqueta de promesa para convertirse en la realidad del tenis mexicano, un país que no es la cuna de grandes raquetas y que desde hace varias décadas espera paciente a un nuevo ídolo de este deporte. Leo Lavalle, Raúl Ramírez, Francisco Maciel y Luis Herrera son algunos de los pocos y selectos nombres que han alcanzado el Top 100 de la ATP, apenas siete mexicanos lograron la hazaña en singles.  “Desde chico viajé solo y pasé mucho tiempo solo sin familia o amigos. Pero eso me hizo madurar en muchos aspectos, por jugar tenis, no voy a la universidad, estoy dejando de hacer cosas que el 99 por ciento de los jóvenes de mi edad hacen.  Para mí sería un sueño llegar a los Juegos Olímpicos, Santiago González es una gran persona y un gran jugador, si me diera la oportunidad te lo agradecería con toda mi alma. Para mí un 2024 ideal incluiría eso, ganar un partido en el AMT, y terminar dentro de los primeros 250 del mundo”. El lunes 29 de mayo de 2023 quedó grabado en la memoria de Rodrigo, aquel fue el día en el que se convirtió en el número 1 del mundo junior, el primer mexicano en conseguirlo. De ahí nace la ilusión por Pacheco, un joven al que aún le tiemblan los brazos en momentos clave de un partido, al que el corazón le late desbocado cada que anuncian su nombre y que siente cada vez más cerca su primer triunfo como profesional. “Creo que no estoy tan lejos, esto es de mucho trabajo y sacrificio, y de seguir ganando partidos importantes. Tenísticamente estoy más cerca de lo que creo, obviamente todavía hay un escaloncito más para arriba contra los mejores del mundo y estoy trabajando para lograr llegar a hacerlo”, dijo. Amante del reaggeton, fanático de Bad Bunny, del futbol de Leo Messi y de la zurda privilegiada de Rafa Nadal, su ídolo y a quien algún día sueña con emular, así Rodrigo Pacheco continúa su andar en el camino rumbo a una carrera sobresaliente. FUENTE: EXCELSIOR