El albergue Vida Nueva de Puerto Vallarta se encuentra en un proceso de normalización y se ha estado hablando con todas las instituciones a fin de llevar a cabo acciones preventivas para que lo sucedido no vuelva a pasar, afirmó Héctor Pizano Ramos, Procurador Social del estado de Jalisco. “Está en un proceso de normalización. La Procuraduría desde que nos hicieron el favor de invitarnos a trabajar ahí, hemos venido hablando con todas las instituciones y tratando de hacer acciones preventivas para que esto no se vuelva a dar, más que buscar cómo sancionar, la Procuraduría lo que está buscando es acompañar con las demás instancias a que se pueda garantizar que la tutela de los derechos de las personas que tienen una vulnerabilidad no puedan ser afectadas por un hecho adicional”.

Con respecto a los probables responsables, señaló que como Procuraduría le toca supervisar y hacer del conocimiento a la autoridad correspondiente de alguna anomalía, además de que se han acercado personas a quienes se les ha dado asesoría, sin embargo, no son personas que fueron afectadas por el suceso.

“No le toca la procuraduría, pero sí le toca supervisar y hacer el conocimiento de la autoridad responsable, por lo que el permiso también lo tiene que otorgar la autoridad correspondiente y no el procurador, el procurador supervisa, revisa y avisa a las instituciones sobre anomalías que encuentra sobre cualquier instancia que esté funcionando.

Conocimos del hecho y lo que hemos estado es asesorando a las personas que han ido con nosotros a pedir información, no así a alguien que haya sido perjudicado”.

Asimismo dijo que en dado caso que la autoridad pertinente vuelva a dar el permiso a dicho albergue, será porque ya estarían cumpliendo con la serie de reglas y normas, las cuales son alrededor de 37, y que implica el trabajo de varias instancias que realizaron la verificación y cumplimiento de dicha normativa.