Sin el subsidio a las gasolinas, la inflación en México estaría por arriba de 11 por ciento, aseguró el subgobernador del Banco de México (Banxico), Jonathan Heath. Esta medida es una de las más exitosas por sí solas dentro del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic), pero implica un costo de oportunidad fiscal muy elevado, sin embargo, de no existir este tope sería de 14,15 por ciento, en la variación de precios y servicios, al considerar sus repercusiones de segundo orden en muchos costos de productos. Ayer, en su Informe de Finanzas Públicas, la Secretaría de Hacienda dio a conocer que el subsidio a los combustibles, al cierre de mayo, alcanzó 103 mil 611 millones de pesos.  “Es la mayor recaudación tributaria asociada al IEPS de gasolina. Que puede ser atribuible a un menor consumo o a los subsidios. Yo creo, básicamente es por lo segundo”, destacó José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic).

Agregó que un escenario conservador de subsidio a las gasolinas es de 200 mil millones de pesos para todo el año. El subgobernador de Banxico destacó que si no se hubieran incrementado las tasas del referencia, el problema inflacionario sería “mucho más complejo”.  Agregó, que el Pacic anunciado por el propio Presidente, “no resuelven el problema pero ayudan en el margen” y la misma Secretaría de Hacienda estima que reduciría la inflación en un punto y medio. Añadió que la inflación es global y México por sí solo, de manera unilateral y aislado no puede resolver el problema. Por ello, destacó que Agustín Carstens, director General del Banco de Pagos Internacional, expuso que todos los bancos centrales del mundo deben aplicar una política monetaria más restrictiva para que en conjunto todos puedan abatir este problema que tiene raíces especialmente globales y perjudica a todos. -- Heraldo de México