En un recorrido realizado por el equipo de "Ahí te encargo" en el andador central del Parque de Morales, varios productores de nochebuena comentaron que las ventas simplemente no despegan. A pesar de que estamos en pleno arranque de la temporada decembrina, los expositores reportan niveles de afluencia muy por debajo de lo habitual, una situación que ya empieza a poner en riesgo la recuperación de sus costos de producción.

Quienes año tras año montan sus puestos coinciden en que la feria luce impecable, pero poco visible. Algunos recuerdan que antes bastaba con abrir desde temprano para asegurar un flujo constante de compradores. Hoy, en cambio, pasan horas enteras sin concretar una sola venta, teniendo que retirarse temprano para evitar desgaste innecesario. Varios expositores sugieren que la difusión oficial ha sido más discreta de lo que esperaban, aunque evitaron señalar directamente a alguna dependencia en particular para no “buscar problemas”.

Otra preocupación que ronda entre los pasillos es el costo acumulado: transporte, permisos, fertilizantes y el cuidado casi artesanal que requiere la nochebuena durante meses. Cuando las ventas no se mueven, todos esos gastos pesan el doble. Lamentaron que, mientras la feria permanece semivacía, otras actividades municipales y estatales sí reciben una promoción más intensa y con mayor presupuesto.

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Aun así, los productores no bajan la guardia. Piden que la ciudadanía se acerque, que no deje pasar la oportunidad de apoyar un cultivo que forma parte de la identidad decembrina local. “La flor está lista, sólo falta la gente”, comenta una expositora que lleva años participando. Y detrás de esa frase, queda flotando una pregunta que nadie responde del todo: ¿por qué una feria tradicional, tan esperada cada año, parece quedar relegada en pleno inicio de la temporada más fuerte?