El comisionado de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ofreció 567 hectáreas en la frontera con México al gobierno del presidente electo Donald Trump para que construya campos de detención para la deportación de migrantes sin documentos. "Mi oficina está totalmente preparada para celebrar un acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional, Inmigración y Control de Aduanas, o con la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos para facilitar se construya una instalación para el procesamiento, detención y coordinación de la mayor deportación de criminales violentos en la historia del país", informó Buckingham en un documento enviado a Mar-a-Lago, en Florida, residencia del líder republicano. Detalló que el terreno se ubica en el contado de Starr ubicado cerca del Río Grande a 56 kilómetros de MacAllen, Texas. Aseguró que el propietario anterior de los 567 hectáreas se había negado a dar permiso para que se construyera parte del muro fronterizo con México y a brindar el paso a las autoridades, por lo que posteriormente, él, como comisionado logró hacer la compra del predio. En la carta enviada a Donald Trump, Dawn Buckingham relata parte de las actividades que ha desempeñado en esa región de la frontera para combatir al crimen organizado y el ingreso irregular de los migrantes sin documentos. Así como la adjudicación de una isla en el Río Grande conocida "Front Island", considerada como la parte más peligrosa de la frontera en Texas, en donde encontraron armas, explosivos y escondites, por lo que se colocó un alambre de púas sobre el río. "La Operación Flat Top ha sido un gran éxito, ya que todas las actividades relacionadas con los cárteles la actividad ha caído a cero desde su finalización". Recientemente la cadena CNN, que cita varias fuentes no identificadas, informó que Trump, ya tiene avanzados planes para llevar a cabo su promesa de grandes deportaciones de migrantes irregulares, comenzando por la construcción o ampliación de grandes centros donde estarán previo a ser expulsados. A lo largo de la campaña de Trump también prometió movilizar a reservistas de la Guardia Nacional para apoyar las deportaciones y sugirió incluso reubicar tropas estacionadas en el extranjero hacia la frontera sur de Estados Unidos para que aplicaran las leyes migratorias del país. Estas medidas supondrían un cambio significativo en el papel que han desempeñado hasta ahora las Fuerzas Armadas, ya que la legislación estadounidense prohíbe estrictamente el uso del Ejército para labores de vigilancia nacional, según detalla en su web el Brennan Center for Justice. En Estados Unidos se calcula que residen 11 millones de indocumentados y que estos planes de deportaciones masivas podrían afectar a 20 millones de familias, muchas de ellas con miembros que son ciudadanos estadounidenses, de acuerdo a la organización defensora de los migrantes America's Voice. Únete a nuestro canal de WhatsApp para no perderte la información más importante 👉🏽 https://gmnet.vip/7Be3H Con información de Latinus.