Vínculo copiado
Discursos de odio llenos de ventaja para México
10:58 martes 29 agosto, 2023
ColaboradoresHoy valoraremos un capítulo fascinante e intrincado de la historia económica actual de México: el impacto de dos líderes estadounidenses, Donald Trump y Joe Biden; nuestra nación vecina y socio comercial más cercano son dignos de análisis tras los delirios de Trump, su realidad jurídica y su capacidad innata de monetizar cada acto. Esta trama económica entre México y Estados Unidos ha sido tejida con hilos de comercio, migración y políticas comerciales, conformando un tapiz complejo que merece ser meticulosamente desentrañado. El enérgico y disruptivo Donald Trump renovó su narrativa al renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), dando lugar al surgimiento del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (USMCA). Este nuevo acuerdo propició ajustes en las reglas de origen de la industria automotriz, así como cláusulas laborales y ambientales más rigurosas. Aunque el USMCA infundió una dosis de estabilidad en las relaciones comerciales, también plantó semillas de incertidumbre que emergen esporádicamente. A decir verdad, cantamos victoria y, después de un sinfín de amenazas, salidas de tono e insultos de barrio bajo… se firmó! ( no que no? ) Aunque todo tiene una consecuencia, ese odio se viralizó en una política migratoria caracterizada por medidas restrictivas y una retórica antiinmigrante, algo que dejó una impronta significativa en México. Las remesas, que conforman un pilar fundamental en la economía, tambalearon bajo el peso de estas políticas. La economía mexicana, intrínsecamente ligada a la migración, experimentó el impacto cuando la confianza en el flujo de fondos y en la imagen de México como socio comercial se vio sacudida. Debemos decir que el tiempo pone las cosas en su justo lugar, hoy se pronostica un posible récord a final de año en el que nuestros paisanos envían la cantidad de dólares más grande de los últimos años. ¿Quién no recuerda la recurrente amenaza de imponer aranceles como herramienta de negociación? Esto creó una atmósfera llena de incertidumbre, resultando errática y repercutiendo en la confianza de los inversionistas, propiciando un peligrosa lección sobre cómo las acciones de una nación pueden alterar la economía de otra en un abrir y cerrar de ojos. Con Trump no nos fue mal, perro ladrador que se quedó en puro coraje: su política fiscal y proteccionista reactivó la economía estadounidense y con ello, la mexicana. Su reducción fiscal, recorte al gasto público y captación de empresas, derivó en una mayor demanda manufacturera y un sólido canal comercial recién firmado. Y llegó Biden propiciando un panorama económico con matices distintos, descarándose hacia una perspectiva más multilateral, de mejor discurso peor con poco resultado. Sin poder revitalizar la infraestructura y los programas sociales, el aumento de impuestos y la promoción de la inversión no ha dado señales en medio de pandemias, recesión, políticas monetarias elevadas y todos los ingredientes necesarios para echar a perder la fiesta económica norteamericana. La visión migratoria propuesta por Biden, con su enfoque en la reforma y el camino hacia la ciudadanía, ha pretendido restaurar la armonía en el flujo de personas y remesas, rejuveneciendo así los lazos económicos entre las naciones colindantes; una política inclusiva que paradójicamente no viene muy bien al país. En la evaluación de si Trump representó un presidente benéfico para la economía mexicana, es imperativo entender que la economía es una partitura compleja. Las políticas actúan como notas dentro de un contexto más amplio, donde factores políticos, sociales y culturales se entrecruzan con cifras y estadísticas. Como columnista especializado en economía, mi misión consiste en decodificar estas melodías y ofrecer perspectivas matizadas… Trump dejó un legado de desafíos y oportunidades en la relación México-Estados Unidos, un recordatorio de que los efectos económicos trascienden las cifras y están imbuidos de una maraña de influencias, tan sencillo de explicar como el saber que dice una cosa y hace otra… A medida que el nuevo compás bajo la administración Biden se despliega, permanecemos alertas, conscientes de que la economía es una partitura que evoluciona constantemente, aunque ahora parece tocar notas bajas.