Aunque el Gobierno de Jalisco argumentó que en 2022 la Universidad de Guadalajara (UdeG) recibiría un mayor apoyo presupuestal, la realidad es que lo que se pretende destinar es el peor presupuesto en los últimos 20 años, señaló el rector Ricardo Villanueva Lomelí

“El gobierno de Alfaro Ramírez es el que menos ha apoyado a la UdeG en los últimos 20 años. Tenemos 419 millones de pesos menos que el año pasado (debido a la inflación)”, declaró en rueda de prensa el Rector General, doctor Ricardo Villanueva Lomelí.

“Lo que él propone no es darnos 48 por ciento, sino 4.75 por ciento que tiene Jalisco en su presupuesto para 2022, y ese es el mismo porcentaje que en 2012. Están dando la peor proporción en cuanto a su presupuesto en los últimos 30 años”, expresó.

Explicó que durante la administración de Alfaro Ramírez se ha destinado presupuesto mucho menor a la UdeG que en los sexenios anteriores. “En los últimos tres años hemos tenido el peor crecimiento de los últimos 20, porque el crecimiento ha sido de 5.78 por ciento; el crecimiento promedio de los tres últimos gobernadores ha sido de 12.70 por ciento. Por eso, decir que se está tratando bien a la Universidad es totalmente incorrecto”, subrayó.

Recalcó que ocasiones anteriores la UdeG ha sido “comprensiva” con los recortes, pues ha sucedido que el Presupuesto de Egresos de Jalisco (PEJ) crece tan solo uno por ciento, mientras que la Universidad crece 5 por ciento.

“Pero este año, el PEJ creció 10.33 por ciento, es decir 12 mil 838 millones de pesos más que el año anterior, y lo que se le quiere dar a la Universidad de crecimiento es tan sólo 237 millones 824 mil 268 (con respecto al año pasado, cuando se le dio 6 mil 271 millones)”.

Indicó que el gobernador dijo que se destinará 14 mil 814 mdp en inversión para obras, “de los cuales sólo se nos quiere dar 200 millones para inversión pública, apenas 1.54 por ciento”.

Argumentó que desde 2015 a la fecha se ha acumulado un déficit de mil 470 mdp. Villanueva Lomelí informó que buscará concertar una reunión con diputados de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Jalisco para socializar la urgencia de que se cambie de opinión sobre la propuesta que mandó el Ejecutivo estatal.

“No es correcto lo que se plantea, y espero que cambien de opinión. No podemos permitir un mal presupuesto. Esperamos que Jalisco sea solidario con su Universidad”, manifestó.

Por otra parte el presupuesto del gobierno federal, consideró que también es  raquítico

pues ha disminuido drásticamente. “Es la peor en los últimos 30 años, pues la inversión por alumno bajó (46 mil 60 pesos por alumno). Respecto al PIB la inversión en educación bajó de 3.9 a 3.1 por ciento (200 mil millones de pesos menos para la educación)”, expresó el Rector General.

En el sexenio pasado la inversión por alumno fue de 62 mil 101 pesos, y en el del sexenio de 2006 a 2012 fue de 72 mil 288. Además, desapareció 99 por ciento de los fondos extraordinarios a los que las universidades accedían; a lo que hay que sumar que el crecimiento de las universidades ha sido por debajo de la inflación.

En síntesis: la educación superior en México tiene presupuestos bajos y cada año están disminuyendo aún más.

Recordó que, históricamente, los presupuestos para las universidades se han calculado por debajo de la inflación. “La última inflación estimada fue de 3.4 por ciento, pero la real fue de 5.81. Tan sólo el último año se perdieron 2.4 por ciento por esa estimación. Deberían darnos la inflación real del año anterior, en este caso, 5.81”, añadió Villanueva Lomelí.

“Están en riesgo tres nuevas preparatorias en Tlajomulco de Zúñiga, Tonalá y Guadalajara Sur, que con ésta podremos mantener los 8 mil lugares que aún nos faltan. Está en riesgo el CUTlajomulco, el CUTlaquepaque. Nos faltan 20 mil lugares en educación superior para que Jalisco esté en la media nacional; estos dos campus nos pueden dar lugares para alcanzar esa media”, dijo.

Recordó que el sector poblacional más grande en Jalisco es el de menores de entre 5 a 9 y de 10 a 14 años. “En diez años, ellas y ellos nos exigirán un espacio en una preparatoria o en una facultad, y si no empezamos a crecer nuestra cobertura, nuestra proporción de admitidos contra no admitidos será mucho mayor; por eso, la Universidad debe exigir un incremento por arriba de la inflación”.