–Cuando quiera usted, ministra. La esperamos.

–Sí, es de que el recurso 275, del… Chale. Del 2 de febrero… Ah, no. Del 5 de feb… Perdón, de marzo… No, no del 5: del 15…

–Con todo respeto, no puede ser el recurso 275, ministra. Lo sometimos ayer a votación antes de la tamaliza. Usted estuvo a favor.

–Aguántenme las carnitas, perros. Sí lo traigo. Es que salí corriendo de la casa. No había luz y se paró la bomba de agua. Ni modo de venir sin bañarme.

–Estaban muy buenos los de hoja de plátano, presidente. ¿Le puedo preguntar dónde los compró? Tengo el cumpleaños de mi nieto el sábado.

–Sí estaban buenos, ¿verdad? Un poco secos. No les puedo dar detalles, pero me los mandaron de Chiapas. Le puedo recomendar unos del mercado de Hidalgo. Los hace una señora de la huasteca.

–¿La ayudo, ministra? Le puedo conseguir una copia. Sarita, que me apoya con estas cosas, es muy rápida.

–No, muchas gracias, sí lo traigo. Neta: por esta. Es de que con tantos asesores luego ya no sabes ni dónde quedó la bolita, y traen un desmadre esos morros. Hoy les va a tocar una cagot… ¡Aquí está! Sí era de marzo, ¿no? Íbamos a ver si atraemos este rollo o qué, ¿verdad?

–Presidente, ¿mañana tocaba el traje tzeltal o el tzotzil?

–¿Has intentado usar la inteligencia artificial, Yas? Es una maravilla. Estaba yo bien confundido con el principio de tas, taxi… taxa… ¿Eh? Exacto: taxatividad. Bueno, pues me sacó del apuro y ni quien se diera cuenta. Te redacta todo, y nada más le metes unos ajustes con tu propio estilo. Cinco minutos y listo. O ni los ajustes, ¿eh? Ya ves que luego anda uno con muchas cosas encima.

–Ah, no, perdón. Esto es de una onda que traigo con el pago de luz. Les digo que me la cortaron. El vecino me está acusando de que le puse un diablito y se la estoy pirateando y me denunció, hazme el ching… Ah, creo que la encontré.

–Tojolabal, ministra. Es muy importante recuperar esa tradición. Las jóvenes están dejando de usar el vestido satinado y se ponen ropa occidental. Está entrando mucho la piratería a las comunidades. Te venden unos Adidas en 100 pesos.

–Brayan, no puedo hablar mucho, estamos en sesión. Averíguame dónde puedo conseguir un vestido totonaca para mañana. No, no zapoteco: totonaca. ¿Eh? No, el L me queda muy flojo. Un M. Y otros huaraches. Tengo los pies destrozados con los del viernes mazahua.

–Mi Cristinita prepara unos de mole para chuparse los dedos, ministra. Con gusto le mando unos. Nada más dígame más o menos cuántos van a ser.

–¿Les importa si pasamos esto para mañana, presidente? Fíjense que quedé de darles una plática a los muchachos de mi universidad.

–¿Humanitas?

–Qué amable, ministro. Pero me da pena. Vamos a ser como treinta.

–Tepantlato, ministra.

–No podemos posponer la sesión, con todo respeto, ministra.

–¡Hijos de su rep…!

–¿Y ahora?

–Parece que se fue la luz.

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

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@JULIOPATAN09