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China lleva a cabo un programa en el que clasifica a sus ciudadanos basados en su comportamiento
10:11 miércoles 26 diciembre, 2018
MundoPara 2020, China prevé poner en marcha un sistema obligatorio de clasificación que monitoreará y controlará el comportamiento de sus mil 386 miles de millones de habitantes y los clasificará según su puntaje. El sistema de crédito social, anunciado por primera vez en 2014, apunta a reforzar la idea de que mantener la confianza es gloriosa y quebrantar la confianza es vergonzoso, según un comunicado del Gobierno. El programa ha sido habilitado para clasificar a millones de personas en todo el país. Antes de la puesta en marcha del sistema del crédito social, que entró en vigor en algunos puntos del país en mayo de 2018 y que seguirá desarrollándose hasta 2020, el país mantenía el control de los medios de comunicación tradicionales, el arte, las actividades económicas, la burocracia, el sistema educativo y el ciberespacio. De acuerdo con reportajes de prensa internacional, con este nuevo programa, el Estado recolecta, recibe, gestiona y utiliza grandes volúmenes de información que se vacían en bases de datos policiales. Para esto no sólo las entidades gubernamentales sino las empresas privadas contribuyen a la recolección de datos de los usuarios generalmente sin autorización previa.
Uno de los primeros lugares donde se implementó un piloto del programa fue en la ciudad de Rongcheng. Todas las personas y empresas comienzan con mil puntos, la calificación se traduce a una escala que va de la A a la D. Cada actividad que realice el individuo o compañía incide en sus puntuación, si se realizan servicios a la comunidad, comportamientos excepcionales o se reciben premios se añaden puntos, en cambio si se realizan conductas como pasarse un alto, retrasarse en un pago, fumar en zonas prohibidas, comprar demasiados videojuegos y publicar noticias falsas en línea, se restarán puntos.
La metodología exacta es un secreto, pero las consecuencias de infringir las conductas pueden hacer más difícil la vida para quienes tienen bajas puntuaciones. Estación de trenes en China, 2016.
El sistema está ideado para que los integrantes de la comunidad se vigilen a sí mismos, incluso por denunciar alguna conducta inapropiada otras personas pueden recibir puntos. Las autoridades locales proveen de datos a las instancias regionales que a su vez proveen de información a las bases de datos nacionales.
Las consecuencias del crédito social
Getty Images Al menos 9 millones de personas con puntajes bajos tienen prohibido comprar boletos de avión o tren bala para vuelos nacionales, de acuerdo con cifras oficiales. También se pueden restringir las opciones de lujo: a tres millones de personas se les impide obtener boletos de tren de clase ejecutiva.
Otras de las consecuencias por difundir noticias falsas o contrarias al Gobierno chino pueden hacer que la velocidad de acceso a internet o a ciertos contenidos sea más baja.
De acuerdo con Beijing News, a 17 personas que se negaron a llevar a cabo el servicio militar el año pasado se les prohibió inscribirse en una institución de educación superior, solicitar la escuela secundaria o continuar sus estudios.
A los individuos que defraudan la confianza también se les prohibiría hacer trabajos de administración en empresas estatales y grandes bancos.
Las personas con buenos puntajes pueden acelerar las aplicaciones de viaje a lugares como Europa El sistema de crédito social perpetúa las condiciones para seguir desarrollando el experimento político y económico y obliga a someterse a una serie de reglas dictadas desde el Politburó, lo cual puede incidir en la creación de una nueva sociedad de clases, una sociedad vigilada en todo momento y por todos sus integrantes. También abre la puerta a nuevos tipos de desigualdades basados en las acciones, conductas y trabajo de las personas.
-- Reforma