Una mujer se hinca en el piso a un metro donde se encuentra un policía estatal que resguarda la zona del crimen en el zócalo de Chilpancingo. "Ya Dios mío, para esta violencia (...) esta persona no es mi familiar, pero fue injusto que por las razones que sean, lo hayan matado", aseguró. Esta mujer que viste un vestido azul y calza sandalias llora y gime frente a decenas de personas que parecen impasibles a pesar de que a unos metros de ellos se encuentra tirado el cuerpo de un hombre ensangrentado que momentos antes recibió tres balazos de un sujeto. Pese a que se respira un ambiente tenso por la ejecución, la gente deambula por el tianguis artesanal, algunos realizando sus compras. Los testigos, cuentan que el individuo que yace muerto en el piso venía caminando en forma apresurada y de pronto un sujeto se le emparejó y le disparó. La reacción inmediata de la gente fue tirarse al piso y de otros correr. Fueron pocos los segundos que tuvo el sicario para cumplir con su cometido y después huir. Los disparos atrajeron la atención de los feligreses de la catedral de La Asunción que optaron por salirse del recinto donde acudieron para escuchar la misa. El párroco que la oficiaba, Benito Cuenca, salió de la iglesia para averiguar lo que había pasado. "Dios mío, qué es lo que esta pasando aquí en Chilpancingo", comentó a la gente. La puerta de madera de la catedral fue cerrada y se suspendió la misa de siete. "Dios, ya ni a misa puedes venir", dijo uno de los feligreses. Eran casi las ocho de la noche cuando un grupo de peritos y técnicos forenses llegaron para realizar las diligencias. No tardaron ni 20 minutos para levantar el cuerpo y llevárselo al Servicio Médico Forense (Semefo) de esta capital, cuyas instalaciones está repleto de cadáveres desde hace meses. Tras el levantamiento del cuerpo, limpiaron la sangre regada en el piso, y la gente regresó a la normalidad. Los comerciantes empezaron a ofrecer sus productos. En el otro extremo de la plaza, un centenar de personas en su mayoría niños acompañados de sus padres disfrutaban del show de un grupo de payasos. Otro grupo de jóvenes aprendían baile de break dance en una pequeña pista instalada a unos metros del kiosco. Con la persona asesinada este lunes en la noche ya suman 248 crímenes en esta capital en lo que va de este año, señalan informes de la Secretaría de Seguridad Pública. El Alcalde interino de esta capital, Jesús Tejeda, quien despacha en el Palacio que está frente al zócalo, pide a la ciudadanía que haga su vida con normalidad. Tejeda se transporta en una camioneta blindada a prueba de balas de AK-47 que le asignó el Gobernador Héctor Astudillo junto con tres escoltas para su seguridad. "Así como él no se va a estar seguro, pero ¿a nosotros quién nos cuida?", reclama un ciudadano. Hora de publicación:  -- Reforma