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Más de 400 objetos personales encontrados en crematorios de Teuchitlán
13:27 martes 11 marzo, 2025
JaliscoEl Rancho Izaguirre, ubicado en el municipio de Teuchitlán, a más de 50 kilómetros del Centro de Guadalajara, se ha convertido en el epicentro de uno de los hallazgos más aterradores en la historia reciente del estado de Jalisco. La ubicación ya era conocida por las autoridades, debido a que en septiembre de 2024 fueron arrestadas 10 personas, una fue hallada sin vida y dos más fueron liberadas. Sin embargo, la magnitud de la violencia que se vivía en el lugar ha quedado evidenciada con el descubrimiento de más de 400 objetos personales de personas desaparecidas. Entre los hallazgos también se encontraron casquillos percutidos, cargadores de armas de alto calibre, esposas metálicas, restos de droga espolvoreada, un altar a la Santa Muerte con elementos de santería cubana, y estructuras diferenciadas como un cuarto denominado "la carnicería", donde se realizaban ejecuciones y desmembramientos, y otro identificado como "la oficina", donde se acumulaba ropa y objetos personales. El rancho también incluía un galpón techado con lámina donde dormían más de 200 reclutas presuntamente por un grupo delictivo, en condiciones de hacinamiento, junto con estructuras de entrenamiento físico, un laberinto y botes metálicos enterrados que podrían contener restos humanos.
"No es una fosa más, es una zona de exterminio"
En entrevista para “Así las Cosas”, Indira Navarro, líder del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, expresa su consternación y tristeza ante el macabro hallazgo.
"No es un hallazgo que hubiéramos querido encontrar, no es un crematorio normal como lo hemos hecho de una fosa. Estamos hablando del reclutamiento de jóvenes en una finca que servía como adiestramiento y que llegaban cientos de jóvenes. Se escucha feo, pero lo han dicho los medios: es una zona de exterminio", señala. El colectivo regresó al lugar aproximadamente seis meses después del cateo inicial realizado por las autoridades. "Decían que estaba asegurada esa finca, pero no había ningún sello", denuncia Navarro. "Lo pueden decir las autoridades que nos acompañaron, y agradecemos a la Guardia Nacional que estuvo ahí al pendiente. Cuatro camionetas nos estaban resguardando. No había sellos; al momento de poner la mano en la puerta, esta se abrió de inmediato". Un infierno en la tierra
El testimonio de un sobreviviente de este centro de reclutamiento y exterminio resulta estremecedor. "Fue un infierno, un verdadero infierno lo que vivimos ahí", relataron los testigos. Dentro del rancho se encontraron montones de zapatos, ropa, mochilas y objetos personales de jóvenes desaparecidos. "Lo más escalofriante es ver los montículos de calzado y ropa por todas partes. Y te preguntas: ¿Dónde quedaron tantos jóvenes?", señaló Indira Navarro. "Algunos llegaron por su propia voluntad, engañados con falsas ofertas de trabajo. Otros fueron secuestrados, como el joven que nos contó su historia: 'A mí me levantaron junto con mi compañero, yo no sabía ni qué onda y aquí terminé'". El horror de los crematorios clandestinos
El colectivo encontró estructuras utilizadas como crematorios, pero no eran hornos convencionales, sino fosas excavadas con piedras y ladrillos en el fondo para aumentar la temperatura. "Ahí terminaban los cuerpos seccionados, porque en la carnicería los desmembraban", explica Navarro. "Atrás de ese cuarto había un área de tiro, similar a un campo de gotcha, donde los entrenaban para disparar". Los testimonios indican que las ejecuciones eran parte del "entrenamiento"
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"Si no pasabas ciertas pruebas, te mataban. No existía un filtro justo, simplemente te mataban por matarte", menciona un sobreviviente. "De 200 reclutas, solo 30 sobrevivían. Luego los mandaban a Zacatecas como carne de cañón. Si sobrevivían, los llevaban a la sierra para el adiestramiento final". "Las autoridades nos minimizan"
Desde que se publicaron las imágenes del hallazgo, decenas de familias han contactado a los colectivos buscando reconocer objetos personales de sus seres queridos. "La página está saturada. Hay familiares que han reconocido mochilas, zapatos, ropa", cuenta Navarro. "Una madre dijo: 'Esa mochila era de mi hija, ella salió con ella y nunca regresó'". Ante la ineficiencia de las autoridades, los colectivos exigen ser tomados en cuenta en la búsqueda. "No nos minimicen", reclama Navarro. "Nosotros sabemos cómo identificar estas fosas, estos crematorios. Si nos permitieran ayudar, podríamos encontrar más restos en solo unos días". Navarro hace un llamado a la sociedad para no normalizar la violencia y para que los jóvenes no se dejen engañar con ofertas de trabajo fraudulentas. "A los jóvenes les digo: no crean en todo lo que ven en internet. Estas ofertas de trabajo que prometen sueldos altos son trampas. Una vez que te quitan el teléfono, empieza el terror". Jalisco sigue siendo el estado con más desapariciones en México, y los colectivos de búsqueda continúan luchando por la verdad y la justicia. "Nunca sabes cuándo vas a ser víctima de esta situación", advierte Navarro. "Nadie está exento".