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Este jueves, Gabriela Jiménez y Ricardo Monreal supuestamente fumarán 'la pipa de la paz', pero ella ni sus aliados cederán
00:02 viernes 14 marzo, 2025
ColaboradoresA cimentar las bases de lo que proyectan será una sólida estructura social y política de la presidenta Claudia Sheinbaum se está dedicando un grupo de destacados morenistas y no tan morenistas.
El objetivo es minar la influencia de los obradoristas en la toma de decisiones gubernamentales, legislativas y, por supuesto, electorales, incluida la sucesión presidencial de 2030.
Los personajes más visibles y más activos en la cancha de Morena son Alfonso Ramírez Cuéllar y Gabriela Jiménez, ambos vicecoordinadores de la bancada que todavía controla Ricardo Monreal.
Y aunque buscan crear esa estructura de la manera más tersa posible, los choques con los obradoristas ya se han dado. Al menos van un par de ellos, y prevén que no sean los últimos.
El primero fue a principios de febrero, cuando Édgar Francisco Garza Ancira, consejero nacional del partido guinda y esposo de Jiménez solicitó al INE contemplar a Que siga la democracia, su organización pro Claudia, en el registro de nuevos partidos políticos.
Eso provocó el desgarre de vestiduras entre los obradoristas que iniciaron proceso contra Garza ante la Comisión Nacional de Honor y Justicia del partido y amagan con expulsarlo. Ante el embate, la diputada Jiménez debió deslindarse, pero el proceso contra su marido sigue en curso.
El segundo encontronazo fue la reforma contra el nepotismo. Ramírez Cuéllar y Jiménez intentaron por todos los medios corregir la modificación que hizo el Senado a la iniciativa de Sheinbaum, con la que se aplazó hasta 2030 su aplicación.
El obradorismo, con Monreal a la cabeza, no sólo bloqueó los intentos, sino que se dedicó a aislar a esta facción afín a la mandataria, que ya aglutina a unos cien de los 257 diputados federales morenistas. Incluso acusó a Jiménez de traición por buscar acuerdos con el PAN para que la reforma se aplicara desde 2027 como originalmente lo planteaba la presidentA.
Este jueves, Jiménez y Monreal supuestamente fumarán la pipa de la paz, pero ella ni sus aliados cederán en la conformación de la estructura social y política que ya echaron a andar y que pretende integrar al mayor número de afines a Claudia entre los 10 millones de militantes que busca afiliar el secretario de Organización del partido, Andy López Beltrán.
Pero también está planeada para ir más allá del partido que fundó Andrés López Obrador.
Y ahí es donde entran conocidos operadores expriistas: el mexiquense Eruviel Ávila, el oaxaqueño Alejandro Murat, el yucateco Jorge Carlos Ramírez Marín y el capitalino Adrián Rubalcava conformaron una “Alianza progresista”, que ratificó “nuestro compromiso, más que nunca con la presidenta y el proyecto de transformación que ella encabeza”.
Una estructura paralela a Morena, integrada por colmilludos ex priistas, cobijados por el morenismo, para pavimentar el segundo piso de la cuatroté y contribuir al desplazamiento de los que no se sumen al proyecto de la presidentA Sheinbaum.
POR: RAYMUNDO SÁNCHEZ PATLÁN
@R_SANCHEZP