RETO. El primer gran desafío para la nueva presidenta concejal de Villa de Pozos Patricia Aradillas llegó más rápido de lo esperado. Catorce colonias llevan días sin agua por la falla del pozo "El Palmar", inactivo desde el 11 de noviembre. En medio de la molestia vecinal y el anuncio de una posible manifestación que bloquearía la carretera 57, surgieron dos comunicados institucionales que, más que aclarar, evidenciaron que la coordinación entre Villa de Pozos e Interapas sigue siendo muy frágil.

El organismo operador informó que trabaja junto con la concejal para acelerar la reparación del pozo. Minutos después, Patricia Aradillas difundió otro mensaje donde se subraya que, ante la “inoperancia” de Interapas, el municipio activó su propio plan emergente con pipas y distribución de 480 mil litros diarios. Dos versiones y manejo del mismo problema, dos líneas de responsabilidad y una ciudadanía que sigue sin agua.

VECINOS EN MEDIO. Entre los habitantes, la inconformidad no es solo por la falta del servicio; también crece la percepción de que ninguna autoridad asume plenamente su papel. La Dirección del Agua de Villa de Pozos, creada para atender justamente estas contingencias, sigue sin mostrar resultados visibles desde su instalación el pasado mes de junio. Y en este escenario, la disputa institucional retrasa soluciones y profundiza el desgaste social en una zona que ya enfrenta carencias prolongadas.

Lo que ocurra en los próximos días marcará el tono de la relación entre autoridades y comunidad. La exigencia vecinal es clara: coordinación efectiva, información precisa y, sobre todo, un servicio que no dependa de comunicados e intereses contrapuestos. Porque cuando falla el agua, lo último que necesita la población es que el uso electorero y politiquero del líquido se interponga entre la llave y el suministro.

¡Hasta mañana!