Mucho ha trascendido durante el fin de semana, prácticamente desde el viernes por la noche, la renuncia del secretario de seguridad pública de Zacatecas, Adolfo Marín, quien ha sido duramente cuestionado por la pasividad con la que ha enfrentado la realidad social y delincuencial que se ha agudizado en los últimos días en el estado, particularmente con la desaparición de los cuatro jóvenes de Colotlán y el secuestro del pequeño Teo en el municipio de Villa de Cos. Se ha dicho, aun como versión no confirmada, que durante esta semana se hará el anuncio del relevo de quien en año y medio no ha podido entregar resultados favorables en el combate al crimen y mucho menos en garantizar seguridad en las calles. Mientras esa versión comenzaba a correr entre la población, otra vez en en sábado, por tercero consecutivo, Fresnillo vivió una jornada violenta en la que cinco personas perdieron la vida y una más ingresó al hospital. En Calera, dos hombres fueron asesinados a quemarropa durante la celebración de una boda en el auditorio municipal y al menos cuatro heridos resultaron de ese incidente, uno de ellos de apenas 12 años de edad. En la capital del estado, la misma noche del sábado, el taxi marcado con el número 46 fue agredido a balazos y como resultado el conductor y un acompañante perdieron la vida en el barrio de la Pinta en un asunto de mayor gravedad, ya que ese taxi, también fue agredido el 9 de diciembre en la comunidad de San Ramón, donde también el conductor perdió la vida. Es decir ya son dos trabajadores de ese mismo coche de alquiler que en mes y medio pierden la vida. Y lo más grave ocurrió este domingo, cuando en el campo de beis bol de la Unidad Deportiva de Guadalupe, a la 11 de la mañana, un jugador de beisbol fue agredido en el campo deportivo y recibió siete balazos, delante de todos los deportistas, quedando gravemente herido, en un escenario en el que lamentablemente la paz y la tranquilidad de un domingo familiar terminó en tragedia. El colmo de los hechos fue que el viernes, un estudiante de 13 años de la Escuela Secundaria Técnica Número 34 sacó, en clases, un arma de fuego para amagar a un compañero generando alarma entre la población estudiantil, confirmándose posteriormente que era un arma de postas, sin embargo, el miedo y la circunstancias que prevalecen entre la población motivaron la desesperación y el terror entre la comunidad de la escuela secundaria. Y la conclusión de la situación que prevalece en el Estado, en medio de los rumores de la renuncia del secretario de seguridad pública, la puso el Senador José Narro Céspedes, quien en el marco del aniversario del Frente Popular de Lucha de Zacatecas sostuvo a los cuatro vientos que “El Estado no es parte de la Cuarta Transformación; Zacatecas es un estado fallido y nuestro objetivo es en primer lugar la reconciliación entre nosotros para garantizar que llegue un gobierno diferente”. Es decir ya permeo entre los propios morenistas que la situación caótica no ha cambiado a favor, sino más bien al contrario, vamos a un estado fallido. La gran pregunte es: ¿será suficiente la renuncia de Adolfo Marín a la Secretaría de Seguridad?, se requiere un gobierno sensible y que asuma la responsabilidad para la que fue electo.