Una de las cosas más bonitas de mi profesión es que me ha permitido hacer amigos de otros países. Colombianos, ecuatorianos, salvadoreños, guatemaltecos, hondureños y venezolanos. A todos ellos yo les presento una disculpa por el trato inhumano que México les dio a sus connacionales, causando la muerte de 39 de ellos. Y no solo eso, sino por la manera en la que las autoridades han tratado de evadir la responsabilidad del caso. Primero, culpando a los migrantes detenidos por iniciar el fuego, luego por ocultar el video donde los guardias de seguridad los dejan encerrados, después por pasarse la bolita entre los titulares de las Secretarías de Gobernación y Relaciones Exteriores sobre quién ejerce el control sobre el Instituto Nacional de Migración, para no manchar sus aspiraciones presidenciales, y finalmente porque al día de hoy no hay una sola renuncia de algún alto mando. No tienen dos gramitos de madre.  Obviamente México no tiene la capacidad para recibir los 30,000 migrantes al mes a los que se comprometió con Estados Unidos, a cambio de que el Presidente Biden aterrizara en el AIFA en su visita de enero pasado. De otra manera no me explico por qué México aceptaría esta delicada tarea en la relación bilateral, así como si nada. Esto es lo que sucede cuando el Presidente López Obrador compromete los intereses del país con tal de satisfacer su agenda política, como impulsar el desolado aeropuerto Felipe Ángeles. Gana él, aunque pierda México y los migrantes por un capricho personal. Sin embargo, la realidad lo ha alcanzado y le ha estallado públicamente el podrido sistema de control migratorio mexicano. Después de esto AMLO no puede autonombrarse como un presidente humanista porque puso en entredicho su narrativa de “primero los pobres”, esos que dejaron morir en un acto, no de negligencia criminal, sino de crueldad extrema. ¡Vaya humanismo mexicano! Hoy no tengo mucho más que decir, más que como mexicano, me avergüenza esta situación porque siempre he dicho que somos un país cálido y de brazos abiertos. Claramente en esta ocasión los intereses políticos del oficialismo nos han transformado en lo contrario. Mis más sinceras disculpas por ello. Que Dios le dé paz a las almas de los migrantes fallecidos, y otorgue pronta resignación a sus familias. Es cuanto. Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter @navarroisrael