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Se trata de un mercado de venta y renta de cuentas a choferes que violan códigos de conducta de la empresa, para que puedan seguir manejando
12:49 miércoles 18 octubre, 2017
San LuisLa empresa Uber presume que sus usuarios conocen el nombre, el historial de viajes, el numero telefónico y más datos de su chofer, desde antes de abordar, datos que garantizan seguridad. No somos como los taxis, pregona la compañía. Sin embargo, la realidad es muy distinta. Sergio Ochoa Giles, chofer de la plataforma, detalla que los controles de seguridad de la empresa no son tan exhaustivos como se cree. Existe un mercado de compra y renta de cuentas, al que recurren choferes cesados de la plataforma por malas prácticas. Las cuentas se venden entre 400 y 2 mil pesos, dependiendo de la calificación que tenga, porque las cuentas mejor calificadas por los usuarios reciben más viajes de Uber. “Si por alguna razón a mí me cesan mi cuenta de Uber, simplemente dejo de trabajar sobre mis datos y la garantía que yo le puedo ofrecer al usuario ya no va a ser la misma. Me cesaron, pero necesito seguir generando ingresos, entonces me acerco con alguna persona que esté rentando o vendiendo cuentas, y lo que hago es comprarle la identidad”. “Ejemplo: le compré la cuenta a Alejandro cuando yo soy Jonathan, la imagen de Jonathan va a estar allí, el coche de Jonathan va a estar allí, pero la identidad, el IFE, el comprobante de domicilio, la Carta de no Antecedentes Penales y demás documentos están a nombre de Alejandro, entonces estoy conduciendo a nombre de Alejandro”. Ochoa advierte que el control de Uber, para saber que la persona que está manejando es realmente la persona que se dio de alta no existe. “Los controles de Uber son nefastos no tienen forma de comprobar identidad de sus choferes”. A raíz del feminicidio de Mara en Puebla, algunas empresas, competencia de Uber, han empezado a realizar comprobaciones sorpresa de la identidad de sus choferes, pero Uber aún no lo hace. Del 100% de choferes de Uber que circulan en San Luis se calcula que al menos el 20% operan con cuentas que rentaron o compraron, es decir, con cuentas apócrifas. El problema es grave, porque si un chofer acosa a una usuaria, le roba sus pertenencias o llega a cometer un delito, es imposible dar con él. Si le llaman por teléfono ni siquiera pueden localizarlo, porque llamarán al número de quien se registró oficialmente en Uber, no de quien está conduciendo la unidad. Además, según choferes, entrevistados de manera anónima, muchos conductores ya “le encontraron la medida a Uber”. Rompen las reglas de conducta que exige la empresa, maltratan al usuario y cuando los dan de baja de la aplicación simplemente compran otra cuenta y siguen operando. Relataron que conocen compañeros que ya van por su cuarta, quinta, sexta o hasta séptima cuenta. Las cuentas son vendidas generalmente por personas que empezaron a trabajar en Uber, pero no les gustó el modelo de negocio, no tienen tiempo para conducir o simplemente no tienen la organización financiera para salir con los gastos diarios. Los choferes sostienen que este mercado de venta y renta de cuentas ha demeritado la calidad de Uber en San Luis y reconocen que es muy común que las mujeres sean acosadas por los choferes, aunque en algunas ocasiones se trata de actos consensuados, por lo que piden a las afectadas denunciar cualquier acto impropio a Uber, porque si se quedan calladas fomentan que estos comportamientos se repitan.