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06:25 lunes 3 junio, 2019
PLUMAS NACIONALESEditorial EL UNIVERSAL /El trumpismo y nuestra seguridad nacional
Una vez más, Donald Trump agarró a México de piñata. Pero ahora la ofensiva no se limitó a lanzar tuitazos ofensivos: el presidente de Estados Unidos anunció el jueves pasado la imposición de aranceles (empezando en 5% y llegando eventualmente a 25%) a las exportaciones mexicanas, como una medida para obligar a nuestro país a detener la migración centroamericana hacia el país vecino. Esto, por supuesto, no se puede leer fuera del contexto político estadounidense. El presidente Trump enfrenta la posibilidad de un juicio político en la Cámara de Representantes como resultado del reporte Mueller. Asimismo, su campaña por la reelección luce complicada: en encuesta tras encuesta, se ubica abajo de casi cualquier contendiente demócrata. En esas circunstancias, resulta casi natural que intente movilizar a su base. Y, nos guste o no, el tema mexicano moviliza a la base de Trump: según una encuesta realizada por el Pew Research Center en 2018, 54% de los votantes republicanos tenían sentimientos fríos o muy fríos hacia México. Mientras tanto, una encuesta de Gallup, también de 2018, encontró que 34% de los votantes republicanos ubicaban a México como un país poco amistoso o enemigo de Estados Unidos. Sólo 17% consideraba a nuestro país como un aliado. A esto hay que añadirle el tratamiento negativo que recibe México en los medios de comunicación de tendencia conservadora. Valga un ejemplo: hace tres días, Tucker Carlson, un popular presentador y comentarista de la cadena Fox News, llamó a México “una potencia extranjera hostil”. Dicho de otro modo, la agresividad hacia México no es sólo resultado de cálculos políticos de corto plazo. Hay un segmento importante de la población estadounidense que ve con recelo y hasta hostilidad abierta a México. Ese hecho no va a cambiar en el corto plazo. Trump se acabará yendo, pero el trumpismo persistirá por un buen rato. Esa realidad debería condicionar la reflexión sobre el futuro de México. No podemos confiar en la existencia continua de un gobierno racional y amistoso en Washington. En el futuro, bien podría ser presidente alguien peor que Trump. Por ello, no es mala idea reflexionar nuestra política de seguridad nacional. Como primera tarea, habría que pensar en formas de contrarrestar en el largo plazo el trumpismo dentro de Estados Unidos. Eso implica involucrarnos más abiertamente en la política interna del país vecino. Habría que calibrar con cuidado los instrumentos y los mensajes, pero encerrarse en el dogma de la no intervención no parece buena idea. Por otra parte, habría que considerar la posibilidad de construir alianzas y redes de intereses con otros actores globales (la Unión Europea, China, India, etc.). El país no puede darse el lujo de enfrentar solo a un gobierno estadounidense hostil. Asimismo, tendríamos que reflexionar a fondo sobre nuestra política militar. Tradicionalmente, hemos partido del supuesto de que el país no enfrenta amenazas externas y que, por tanto, nos bastaba con unas fuerzas armadas pequeñas, dedicadas en lo fundamental a tareas internas. Esa premisa parece cada vez menos válida. Quizás deberíamos de pensar en un incremento sustancial de nuestro gasto de defensa y una reorientación de las fuerzas armadas hacia labores propias de la defensa nacional. Por último, habría que considerar la posibilidad de redirigir nuestro aparato de inteligencia hacia el exterior, empezando por Estados Unidos. El país no debería de estar operando a ciegas en la relación con los vecinos. En resumen, con la llegada del trumpismo, el mundo se volvió más peligroso para México. Tal vez sería hora de que lo aceptáramos y actuáramos en consecuencia. OPINIÓN / Morena gana sin arrasar; PAN se recupera; PRI se desfonda Aunque aparentemente no hubo sorpresas y los pronósticos de las encuestas previas se cumplieron en las elecciones de ayer domingo, con Morena ganando las dos gubernaturas y el PAN perdiendo dos bastiones como Puebla y Baja California, los resultados en los seis estados traen mensajes, lecturas y porcentajes dignos de un análisis más detallado y menos simplista. Por ejemplo, en Puebla en la votación por partido, el candidato del PAN, Enrique Cárdenas, gana más votos, 333 mil 218, con 75% de casillas computadas, mientras Miguel Barbosa sólo obtiene 286 mil 791 sufragios por Morena, pero gana el gobierno con los votos de sus aliados, PT con 100 mil, y PVEM con 70 mil. Es decir, que medida en la votación por partido, los panistas superaron con mucho (casi 50 mil votos) a Morena en Puebla. Sólo que al PAN, se le desinflaron sus aliados, el PRD sólo le aportó 37 mil votos y el MC, 32 mil votos, mientras que a los morenos juntos, PT y PVEM le aportaron en conjunto casi 200 mil votos. ¿Qué hubiera pasado si Miguel Barbosa hubiera competido sólo por Morena, contra Cárdenas sólo por el PAN? Los hubieras no existen, pero el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, perdió casi 600 mil votos en un año en la entidad poblana, si se compara la votación de anoche con la que el mismo Barbosa obtuvo el 1 de julio de 2018, cuando ganó más de 1 millón de votos. ¿Qué sucedió anoche en la entidad poblana?, donde además Morena pierde la capital Puebla y toda la zona Metropolitana, y tiene que apuntalarse en el voto rural, el mismo que hace un año, en la elección pasada, Miguel Barbosa decía que era donde “Rafael Moreno Valle nos hizo trampa en las comunidades rurales”. Hoy son esas comunidades las que le dan su mayor votación al candidato morenista, mientras las zonas urbanas más importantes le dieron la espalda. Parece que la división interna de Morena, por el pleito con el grupo de Alejandro Armenta y Ricardo Monreal, terminó golpeando al morenismo en Puebla, donde le habrían hecho “brazos caídos” a Barbosa; esa es una lectura, pero la otra es que el partido oficial acusa ya un desgaste de 5 meses de gobierno del López Obrador. ¿Será? Mientras, en Baja California, aunque hasta el cierre de esta columna apenas iba el 5% de actas computadas, la tendencia y las encuestas de salida confirmaban un triunfo más holgado para Jaime Bonilla, que con la marca de Morena y sus aliados del PVEM, PT y el local Transformemos, con el 48% de los votos se apuntaba un triunfo contundente de casi dos a uno con relación al PAN que perdió la gubernatura con un segundo lugar de 25%, mientras el resto el voto se atomizó entre PRD, PRI, MC y Partido de Baja California, con porcentajes todos por abajo de 10%. ¿Qué tanto pesó en el triunfo de Morena la sangría de buena parte del PRI, cuyos liderazgos y votación se fueron con el empresario Bonilla? Ese es un tema que habrá que analizar. Por lo demás, en el resto de los estados el PAN se impone de manera contundente en Tamaulipas, de la mano del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca que gana 21 de 22 distritos del Congreso local con 44% de la votación total, por lo que tendrá mayoría absoluta, y Morena no logra ganar más que 1 distrito, el 11 de Matamoros con Leticia Sánchez, aunque es segunda fuerza con 28% de los votos. Cabeza de Vaca confirma así su capacidad de operación política —y con recursos públicos dicen sus críticos— en el estado, y se coloca como el panista más ganador en la jornada electoral de ayer domingo. Mientras que en Quintana Roo, Morena y su alianza con el PT y el PVEM, controlarán el Congreso local al ganar 11 de los 15 distritos, mientras el PAN se queda con 3 y el PRI con 1, el 11 de Cozumel. En Durango, el PAN también consolida su dominio, de la mano del gobernador José Rosas Aispuro, y mantiene el gobierno de la capital, Durango y 18 municipios más que gana en coalición con el PRD, mientras Morena gana sólo dos municipios, pero se lleva Gómez Palacio, la segunda ciudad del estado, y Otaez. Y finalmente Aguascalientes, también se impone el PAN y su gobernador Martín Orozco, y los panistas ganan 5 municipios, incluida Aguascalientes, la capital; Morena sólo obtiene 1 municipio, el PVEM gana 2 municipios, y el PT, PRD y el PRI, 1 municipio cada uno. En resumen, se diría que Morena gana dos gubernaturas, pero en Puebla retrocede en votación y solo pierde frente al PAN, aunque lo rescatan los votos de sus aliados PT y PVEM; mientras que el PAN se mantiene y se confirma como la segunda fuerza política, la única con posibilidades de pelearle el voto al lopezobradorismo y a Morena; en tanto que el PRI se desfonda y parece que sigue desangrándose en su votación, el PRD se sostiene de la mano de los panistas, MC gana fuerza propia en su votación total, el PT sigue creciendo pegado a López Obrador, y el PVEM vuelve a ser el partido satélite decisivo, pero ahora de Morena y de López Obrador, que le da triunfos con sus votos, como antes lo hizo con el PAN y con el PRI.
Frentes Políticos 1. Honor a quien honor merece. Desde la primera encuesta de salida se adelantó la victoria de María Teresa Jiménez Esquivel como presidenta municipal de Aguascalientes y, aunque hacia media jornada electoral hizo un llamado urgente a votar a los ciudadanos, en redes sociales la panista logró revertir. Rápidamente Marko Cortés, el líder nacional, se quiso colgar la medalla, al informar que su candidata venció en Aguascalientes, en rueda de prensa desde el CEN del partido. No se confundan, la palomita es para Enrique Vargas, el coordinador nacional de alcaldes, quien, con trabajo real en las bases y en las casillas, fue el delegado en Aguascalientes que hizo posible la victoria. Un respiro para el panismo. De la mano de Vargas, le fue bien en Durango, Aguascalientes, Tamaulipas y, contra todo pronóstico, en Quintana Roo. 2. Lo que se esperaba. Que en una jornada electoral en México se presenten, hasta ahora, de acuerdo con el titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), José Agustín Ortiz Pinchetti, sólo algunas denuncias y ningún incidente de consideración, quiere decir que han sido de los más vigilados en la historia y las votaciones en seis entidades transcurrieron en paz. De alrededor de 200 denuncias por delitos electorales, el 70% se generaron en el estado de Puebla, como era previsible. Relacionó el éxito en las urnas a que “hay nuevo régimen, la Fiscalía está operando por primera vez y la Fiscalía Electoral también”, puntualizó. Felicidades, se puede perfeccionar la ya de por sí aceitada democracia mexicana, nunca está de más trabajar en pro de su depuración. 3. Otro pez que por su boca muere. Al ser cuestionado sobre el aborto y hablar sobre la posibilidad de despenalizarlo a partir de las 12 semanas de embarazo, Héctor Alonso Granados, diputado de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en Puebla, respondió: “Las mujeres deben pensar antes de abrir las piernas”. Quienes se embarazan sin desearlo es por ser “irresponsables en el sexo”, respondió, además de considerar que el Estado no debe cargar con esa “irresponsabilidad”. No lo hubiera hecho. Morena lo echó del partido por no comulgar con los principios básicos. Hay tropiezos que no se perdonan, así haya parafraseado a alguien. Piensa antes de hablar, dicen. 4. Insensible. En Matehuala cayó una tromba y la reacción inmediata fue, como siempre, del Ejército, que aplicó el Plan DN-III-E, en ese municipio. La tragedia dejó más de 300 vehículos afectados y medio centenar de negocios dañados. Familias despojadas de sus bienes por la fuerza de la naturaleza. El gran ausente fue Juan Manuel Carreras López, el gobernador de San Luis Potosí, quien informó que no había daños graves y que nadie había salido herido. Y, después, prefirió asistir a una fiesta que al auxilio de los damnificados, y aunque le reclamaron directamente en su cuenta de Twitter, el mandatario nunca contestó. La ironía es que, de haber ido, habría servido de nada. 5. La hora de la verdad. Semana crucial espera a los representantes del gobierno mexicano en Washington, tras el exabrupto del mandatario de la Unión Americana, Donald Trump, quien aplicará, a partir del 10 de junio, aranceles del cinco por ciento a todos los productos mexicanos que crucen a Estados Unidos e incrementarlo paulatinamente si México no pone un alto a la migración. Jesús Seade, subsecretario de Relaciones Exteriores y parte de la comitiva para resolver el problema con Trump, informó que van “a negociar por las buenas, pero firmes, cual instruidos por el presidente Andrés Manuel López Obrador”, señaló a través de su cuenta de Twitter. Recuérdenlo, timoratos no. Bitácora del director / Primera evaluación
A reserva de revisar con calma los resultados electorales definitivos, los avances que arrojan los comicios de ayer domingo en seis estados del país permiten sacar algunas conclusiones: 1. El efecto López Obrador ha sufrido un desgaste, pero aún alcanza para otorgar a Morena una votación importante o, cuando menos, posiciones políticas de relevancia. Es muy probable que el partido del gobierno se lleve las dos gubernaturas en juego: Puebla y Baja California, con lo que el oficialismo sumaría siete. Las otras son Ciudad de México, Veracruz, Chiapas, Morelos y Tabasco. 2. De concretarse su derrota en las mismas dos entidades, el Partido Acción Nacional se quedaría con diez gubernaturas. Sería la primera vez que pierde Baja California en tres décadas, luego de haberla ganado por primera vez con Ernesto Ruffo en 1989. De las diez entidades más pobladas del país, el PAN sólo gobernará una (Guanajuato), contra cuatro por parte de Morena y dos del PRI. 3. La participación ciudadana en la jornada de ayer fue muy pobre. Se puede alegar que las elecciones para diputados locales no suelen convocar a muchos votantes –lo cual se confirmó–, pero este domingo el abstencionismo se hizo presente incluso en los polémicos comicios para la gubernatura de Puebla, donde, al momento de escribir estas líneas, no parecía que la participación fuera a superar 32 por ciento. El cansancio electoral que dejó 2018 es una de las conclusiones de la jornada. 4. El avance del PREP en Puebla daba cuenta de una diferencia estrecha entre los dos principales candidatos a la gubernatura, Miguel Barbosa y Enrique Cárdenas. Si el morenista Barbosa acaba ganando por cuatro puntos porcentuales o menos, eso lo dejará expuesto al mismo tipo de reclamaciones que él hizo a raíz de perder la elección del año pasado contra la panista Martha Érika Alonso. 5. Aunque muy probablemente se lleve las dos gubernaturas en juego, Morena no es imbatible. En tres de los seis estados que tuvieron comicios ayer –Aguascalientes, Durango y Tamaulipas–, el partido del gobierno no refrendó los triunfos que obtuvo Andrés Manuel López Obrador en la elección presidencial, en la que ganó todos los estados salvo Guanajuato. Aunque el país entrará en un virtual reposo electoral hasta 2021, la oposición –principalmente el PAN– está en posición de construir una alternativa. 6. Pese a que el gobierno ha enfrentado críticas por proyectos como la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, así como por los recortes presupuestales que han afectado a las estancias infantiles y los servicios de salud, dichas polémicas no se tradujeron en un claro voto de castigo. El oficialismo también tendrá posibilidades de aprovechar la pausa electoral para reorganizarse, como un equipo de futbol que se va al descanso luego de un primer tiempo metido en su propio medio campo, presionado por el rival. BUSCAPIÉS QEncabezada por el canciller Marcelo Ebrard, la delegación gubernamental mexicana está en Washington para sostener conversaciones a partir del miércoles con sus contrapartes estadunidenses, en un intento de conjurar la amenaza de Trump de imponer aranceles a las exportaciones del vecino del sur si éste no acaba con el flujo de drogas y migrantes que viajan hacia el norte. En ese contexto, Trump y AMLO subieron tuits radicalmente distintos ayer. El estadunidense dijo que México abusa de su país, mientras que AMLO deseó seguir siendo amigo de Trump.