En el conflicto por Ucrania, Israel está en una encrucijada entre Estados Unidos y Rusia por sus vínculos con ambos países, aseguran expertos. "Israel es un país pequeño y no somos el centro del mundo, pero tenemos una relación cálida con Estados Unidos y Occidente. Tenemos frontera con Siria y en Siria está Rusia, así que la relación geopolítica nos exige tener una relación correcta con Rusia”, aseguró la parlamentaria Ruth Vasermanlander en una charla con medios internacionales en la sede del Parlamento, en la que participó Excélsior. En Ucrania, bajo fuego desde el pasado 24 de febrero, viven 1.6 millones de judíos. Uzi Rabi, director del Centro Moshe Dayan en la Universidad de Tel Aviv, explicó la situación con Washington. "Estados Unidos es un gran amigo de Israel, pero sabemos que no va a mandar fuerzas, tenemos que recordar que respetamos a nuestros amigos, pero tenemos que confiar en nosotros mismos”, explicó en una charla a medios internacionales en el Instituto Internacional de Liderazgo Histadrut. Un reporte del Congreso de Estados Unidos, publicado en febrero pasado, detalló que el gobierno de Joe Biden solicitó tres mil 300 millones de dólares en ayuda extranjera a Israel, además de 500 millones en apoyo para misiles de defensa. Además, Washington pidió cinco millones de asistencia, procedentes de los fondos humanitarios de migración y asistencia humanitaria para los refugiados. Daniel Kutner, asesor senior del Centro de Investigación Política del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, aseguró que su frontera con Siria impacta la relación de su país con Rusia. "Israel no puede permitir que Siria se convierta en una fuente de ataques hacia nosotros. Rusia es dueña del espacio aéreo de Siria, lo que explica la situación”, afirmó en la sede de la Cancillería. Ante esto, Israel optó por el envío de ayuda humanitaria. El pasado viernes, el gobierno de Israel envió 17 toneladas de equipo médico para hospitales en el país que invadió el presidente ruso, Vladimir Putin. El material partió para su instalación en la ciudad de Mostyska, en el oeste de Ucrania. Atenderá a refugiados de la guerra e incluirá sala de partos, diagnósticos por laboratorio e imágenes de rayos X, entre otros. Asimismo, el gobierno que encabeza el primer ministro Neftali Bennett destinó seis generadores de energía eléctrica para la ciudad de Lviv. Además, Israel aceleró las evacuaciones de su población. En las últimas cuatro semanas han salido de Ucrania más de 11 mil ciudadanos. La semana pasada, el gobierno de Volodímir Zelenski desmintió que Jerusalén lo presione para que acepte las demandas rusas, entre ellas el reconocimiento de las regiones separatistas Donetsk y Lugansk. En este contexto, Bennet aseguró que su país seguirá mediando en la guerra ruso-ucraniana. "Seguiremos ayudando allí donde se solicite, aunque las posibilidades no sean grandes”, prometió. --

Con información de Excélsior