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Exclusiva
La LXVI Legislatura se mantiene en una parálisis absoluta
06:03 jueves 6 octubre, 2022
ColaboradoresEl trabajo deficiente y poco responsable de la LXIV Legislatura del Estado, ha dejado a los actuales diputados como los menos productivos y más irresponsables de la historia política de Zacatecas. Prevalece la falta de diálogo, acuerdos, tolerancia y responsabilidad. Primero son los intereses particulares y luego los de sus grupos, porque no responden a los intereses de los partidos y menos a los de las necesidades de la actualidad estatal. Justo esta semana cumplen 13 meses que rindieron la protesta de cumplir y hacer cumplir las leyes, y el saldo negativo es evidente, la evaluación social que los coloca como los actores políticos menos productivos es incuestionable y resulta ser el poder público más caro y menos relevante. La LXVI Legislatura se mantiene en una parálisis absoluta, derivada de los conflictos internos, de los intereses personales, la intromisión de otros poderes y de otros actores que vigilan más el cumplimiento de sus propios objetivos que en la realidad de Zacatecas. Después de 13 meses, no parece que haya consensos en lo inmediato, va mantenerse esta línea de retraso en la discusión de los asuntos fundamentales para la sociedad, no hay un pronunciamiento claro, como poder público, acerca de la grave inseguridad, la falta de empleo, de inversión y de desarrollo social y económico en Zacatecas. Lo observado esta semana, especialmente este miércoles cinco de octubre, revela que no les interesa el fondo del asunto, quieren ver rodar cabezas y solo eso satisfacer la antropofagia política sin el mínimo argumento sólido que fortalezca su presencia política. La confianza ciudadana en sus políticos se pierde derivado de la mala actuación de sus diputados. La legislatura estatal mantiene una agenda política extraviada. Lo importante para el ciudadano no es lo importante para los diputados. Prevalece ese sentimiento de desilusión y desesperación, porque no han tenido la capacidad de imponer una agenda que obligue a los poderes ejecutivo y judicial a responder de inmediato con acciones satisfactorias. Hoy no vemos quién pueda sacar adelante al Estado en esta cruda etapa de desolación y desesperación. Los ciudadanos viven temerosos, sin confianza debido a que no han creado los instrumentos jurídicos necesarios, ya que su agenda no es la agenda social. El saldo de la legislatura local en el primer año de trabajo constitucional es muy pobre, de lástima. No hay articulación institucional y no se ve en el horizonte inmediato cómo se puedan superar las diferencias y poner por encima de todo y de todos los intereses legítimos de los zacatecanos. Eso debilita las instituciones y genera incertidumbre. Tienen muchos pendientes, pero el más importante es asumir con responsabilidad la tarea de legislar en favor de todos. Deben desechar la idea de mantener la disputa para ver quien gobierna Zacatecas. Queda claro que no son los diputados y tampoco influyen ni inciden favorablemente en las tareas de reconstrucción del estado. En estos 13 meses, la calificación de los diputados es reprobatoria y no vemos por dónde puedan mejorar.