El gobierno de México no buscará alcanzar un convenio (“deal”) con el presidente de Estados Unidos (EUA) Donald Trump para eliminar la amenaza de los aranceles a nuestras importaciones de 30 por ciento. Eso se desprende de los recientes contactos entre los equipos de negociación de la Secretaría de Economía de Marcelo Ebrard y el USTR de Jamieson Greer. El razonamiento es sumamente interesante. Veamos. Lo que está ocurriendo es un viraje en la lógica de la negociación. Durante meses se pensó que el mejor escenario era alcanzar un acuerdo con el presidente estadounidense, y en ese sentido se trabajó. Esta idea se intensificó cuando Trump anunció convenios con varios países. Con la Unión Europea se anunció el 27 de julio un “deal” entre Trump y Ursula von Der Leyen. De igual manera se han alcanzado acuerdos con Japón, Reino Unido, Indonesia (uno de los primeros) y, más recientemente, con Argentina, Guatemala, Ecuador y El Salvador. ¿Cuál es el problema?, ¿por qué se anunció que México buscaría un acuerdo y éste no ha llegado? La razón es que la aplicación real de los aranceles a México, incluso con los que se cobran a los automóviles, al acero, aluminio y otros productos, terminó siendo menor en la práctica y marca una ventaja para nosotros gracias a las exenciones logradas en el marco del Tratado México Estados Unidos Canadá (T-MEC). Como se sabe, la tasa efectiva que en promedio están pagando las exportaciones mexicanas está en un rango de seis a ocho por ciento. De manera que cuando los negociadores mexicanos acudieron en las últimas semanas a Washington para avanzar en el convenio, EUA respondió que sí se podría, pero tendría que acordarse un arancel parejo para todas las exportaciones. El USTR ofreció a México las mismas condiciones que a otros países. Fue ahí donde ya no gustó la cosa. No nos convenía. México decidió dejar de intentar llegar a un convenio. Por ejemplo, si se nos aplicaran las condiciones del acuerdo que alcanzó Trump con Guatemala, entonces pagaríamos un arancel generalizado de diez por ciento, más elevado que el que tenemos en hoy en la práctica. Hay que recordar que a finales de octubre Sheinbaum y Trump sostuvieron una llamada tras la que prorrogaron indefinidamente la entrada en vigor de los aranceles del 30 por ciento. Es en esta lógica nueva que hay que entender esto porque, a pesar de que la presidenta dijo que sí se buscaría un convenio con Trump antes de que termine el año, lo cierto es que, mientras tanto, nos conviene quedarnos como estamos. VISA Y BANBAJÍO

Ahora sí comenzó el despliegue de productos y servicios asociados al Mundial de la FIFA. Visa lanzó con BanBajío la tarjeta de debido conmemorativa de la copa, con un diseño especial, asociado a su cuenta Conecta. Se suma a la de Banorte, que causó furor reciente. POR: CARLOS MOTA

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