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Su órbita sincronizada con la de la Tierra lo convierte en un objeto de gran interés científico
18:30 lunes 6 octubre, 2025
Tecnología¿La Tierra tiene una nueva Luna? Astrónomos españoles han confirmado el descubrimiento de un cuerpo celeste que acompaña a nuestro planeta: el asteroide 2025 PN7.
El asteroide 2025 PN7, identificado como un cuasi-satélite, fue descubierto recientemente por los astrónomos españoles Carlos y Raúl de la Fuente Marcos, de la Universidad Complutense de Madrid.
Aunque no es una Luna en sentido estricto, su órbita sincronizada con la de la Tierra lo convierte en un objeto de gran interés científico y con posible valor estratégico.
Así es la “nueva Luna” de la Tierra
A diferencia de la Luna, el 2025 PN7 no está gravitacionalmente unido a la Tierra. Sin embargo, su órbita alrededor del Sol está tan bien alineada con la nuestra que, visto desde aquí, parece moverse junto al planeta en una especie de danza celeste.
Este fenómeno se conoce como resonancia 1:1, lo que significa que el asteroide da una vuelta al Sol en el mismo tiempo que la Tierra.
Según los cálculos, esta sincronía continuará durante al menos las próximas seis décadas, lo que le otorga estabilidad suficiente para ser estudiado y, eventualmente, explorado.
El 2025 PN7 forma parte del grupo Arjuna, una clase poco común de objetos cercanos a la Tierra (NEOs) cuyas órbitas son casi idénticas a la terrestre. En este selecto grupo se encuentran también cuerpos como 469219 Kamoʻoalewa y 164207 Cardea, todos considerados acompañantes temporales del planeta.
¿Cuánto mide el asteroide 2025 PN7?
Este cuasi-satélite tiene un diámetro estimado de entre 19 y 30 metros y una magnitud visual de 26.4, lo que explica por qué su detección ha sido complicada.
Aunque fue identificado el 2 de agosto de 2025 por el sistema Pan-STARRS1 en Hawái, análisis posteriores revelaron que ya aparecía en imágenes astronómicas tomadas en 2014.
El hallazgo no solo representa un logro técnico, sino también una oportunidad científica para analizar con mayor detalle los mecanismos orbitales que permiten la existencia de estos acompañantes temporales.
Más allá de su interés astronómico, el 2025 PN7 podría convertirse en un objetivo estratégico para la exploración y minería espacial.
Su proximidad relativa a la Tierra y su órbita estable lo vuelven ideal para misiones robóticas, tanto para pruebas tecnológicas como para análisis directos de su composición.
La minería de asteroides es una industria en desarrollo que busca extraer metales raros como platino, iridio o níquel, esenciales para la producción de componentes electrónicos, baterías y tecnologías vinculadas a la transición energética.
El acceso a estos materiales fuera del planeta no solo podría diversificar las fuentes de suministro global, sino que también podría reducir el impacto ambiental de su extracción terrestre, abriendo nuevas posibilidades para una economía espacial sostenible.
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Además de su posible utilidad industrial, el cuasi-satélite permite a los científicos estudiar con mayor precisión la dinámica del sistema solar interior y las complejas interacciones gravitacionales que se dan entre la Tierra y otros cuerpos menores.
Con información de Excélsior