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La "Doctrina Donroe", tal como es definida ahora en Washington, enfatiza la disposición estadounidense a usar todos los recursos
00:10 sábado 22 noviembre, 2025
Colaboradores
Estados Unidos parece estar ya en posición de ir adelante con lo que sea que quieren hacer en Venezuela, pero nadie tiene claro qué es eso que desean hacer, excepto la salida de Nicolás Maduro.
Y ciertamente, subrayar dónde está y quién tiene el poder real en el hemisferio, uno que el Secretario de Guerra estadounidense, Pete Hegseth, proclamó como "la vecindad de Estados Unidos y la protegeremos".
La "Doctrina Donroe", tal como es definida ahora en Washington, enfatiza la disposición estadounidense a usar todos los recursos para defender los intereses fundamentales de los Estados Unidos y sus ciudadanos.
Y en alguna medida tendría éxito: la mayoría de los países de la región parece alinearse, contemporizar o acatar las demandas de Washington ante la posibilidad de quedar en la mira. Pero no es diplomacia.
Las posibilidades a disposición de Trump son varias: acciones encubiertas, la presencia militar y las presiones económicas y políticas.
Así por ejemplo, la presencia militar en el Mar Caribe y la autorización para que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) realice acciones dentro de Venezuela, supuestamente contra narcotraficantes, complementa en cierta forma la siempre evidente hegemonía económica, aunque esté cuestionada ahora por la creciente presencia china.
La flota naval en el Mar Caribe incluye al mayor portaaviones del mundo, el Gerald Ford, con más aviones de combate que las Fuerzas Aéreas Venezolana y Colombiana juntas, un barco con tropas de rápido despliegue, varios destructores, al menos un submarino y aviones F-35 enviados a una base aérea en Puerto Rico.
Eso, dijo un analista, sería suficiente para arrasar Caracas en una tarde.
Formalmente, se trata de combatir el narcotráfico y los envíos de drogas por mar desde Venezuela –y en alguna medida desde Colombia–, pero en Washington y Latinoamérica está claro que el blanco inmediato es el gobierno de Maduro, y tal vez solo Maduro mismo.
Maduro es un sobreviviente político y lo ha demostrado en los más de diez años que lleva al frente de un gobierno que ha trucado o desconocido elecciones, que ha reprimido a su gente y llevado al país a una crisis económica que provocó la salida de casi 30% de su población.
De acuerdo con algunos reportes, se han hecho ya contactos para definir la forma en que Maduro saldrá del gobierno. Según tales versiones, una de las contrapropuestas de Maduro –y no aceptadas por Washington– fue una transición de tres años antes de abandonar el poder.
Ahora la idea parece centrarse en las posibilidades de que la combinación de presiones lleve a los propios colaboradores de Maduro a sacarlo del poder o entregarlo a las autoridades estadounidenses, una fórmula usada contra el capo mexicano Ismael "Mayo" Zambada.
Lo que sí está claro es que el gobierno Trump no tiene interés en hacerse responsable de las consecuencias ni asumir los costos de reconstruir país alguno.
Y que a diferencia de sus predecesores, no le preocupa usar la fuerza como herramienta de negociación.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
COLABORADOR
@CARRENOJOSE